El aire está compuesto de moléculas que no están vinculadas entre sí y se mueven libremente en el espacio. Las moléculas de aire atrapado en el recipiente ocupan todo el espacio disponible y rebotan en las paredes.
Cuando aumenta la temperatura, la agitación térmica de las moléculas aumenta, aumentando así su velocidad. Cuando el agua hierve, el vapor de agua ha incrementado la cantidad de gas en el recipiente. Está sellado herméticamente, la presión sigue aumentando bajo la acción de las moléculas del gas que chocan contra la pared. La válvula de seguridad se activa para estabilizar el sistema.