Los elementos de la naturaleza provocan un desgaste continuo de las rocas y de los suelos: es la erosión, la que ayudará así a formar paisajes de múltiples maneras.
Los agentes atmosféricos ejercen una acción física o química. El viento desplaza partículas finas del suelo, que puede depositar muy lejos. Se convierte así en un abrasivo, capaz de arrancarle partículas a las rocas. Ayuda a construir también las dunas de las costas y de los desiertos, las que remodela continuamente.
La lluvia lava los suelos, pero además disuelve la caliza debido al gas carbónico ácido que contiene.
La alternancia de heladas y deshielos fractura las rocas.
Los cursos de agua excavan poco a poco valles en V, sobre todo si la corriente es rápida y el caudal es importante.
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Al raspar la base rocosa subyacente, los glaciares forman grandes valles en U (…) que podemos observar por largo tiempo luego de su desaparición.
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Cada año, miles de millones de toneladas de arena, de barro y de rocas, constituyen la mayor parte de sus sedimentos que luego son transportados por el aire y por el agua.
Terminan acumulándose por gravedad, sobre todo en el fondo de mares, de lagos y de grandes ríos donde forman gruesas capas sedimentarias.
Con el tiempo y bajo ciertas condiciones de presión y de temperatura, estas capas sedimentarias se compactan fuertemente hasta formar rocas llamadas sedimentarias como la caliza o la arenisca.
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Bajo la acción de movimientos geológicos, estas rocas pueden encontrarse al aire libre donde ellas sufrirán a su vez la acción erosiva de los elementos.