El principio de funcionamiento de todo reloj mecánico reposa sobre una combinación de los tres factores siguientes:
Para ángulos de oscilación pequeños (<5°) nos acercamos a la condición de isocronismo: el periodo del péndulo sólo depende de su longitud y de la gravitación del lugar (pero no de la masa del péndulo ni de la amplitud de la oscilación). Por ejemplo, en París un péndulo de un metro tiene un periodo de dos segundos. Al alargar el péndulo alargamos también su periodo de oscilación.